31 de agosto de 2010

Hoy me siento como una chicharra
en el día más caluroso de la historia.


Hoy reviento.

30 de agosto de 2010

Así que es esto, ¿no? nada más que esto ... humm vaya, es decepcionante.
No, no, mucho más, es como para pillarse el cabreo más grande de todos, y saber que aún así sólo sería un gasto de energía (al final será que todo se reduce a eso "energías")

Al final tanto y todo, para nada, porque de haberlo sabido ...
Así que la vida era eso, nada más y nada menos que eso ...


un timo.

24 de agosto de 2010


Tuve un sueño.

Que no era un sueño.

La felicidad es para los valientes.

Sufrir, vas a sufrir igual.

Al menos llénate los bolsillos de vida,

el camino parece largo, pero es lo más breve que tendrás.


Una vida tenemos ¿te piensas quedar mirando?
Aurora

18 de agosto de 2010

VIVA

Dame permiso para que te contagie tantas ganas de vivir.

De seguir sorprendiéndome, de buscar la felicidad en cada átomo de vida.

Lo noto como una fuerte droga corriendo en mis venas,
es el ansia por espantar la oscuridad y fabricar luz con restos de miradas.

Deja que te viva conmigo, déjame vivir en tus manos, existamos hoy.

Y bésame como si mañana nunca fuera a despertar.





Aurora

17 de agosto de 2010

Ni lo intentes, no sabes volar, tus alas son sólo oníricas.
¿Acaso no recuerdas tu cicatriz? tu cicatriz te recuerda que no sabes volar, no lo olvides, ya intentaste desde muy temprano los imposibles.
No extiendas tus brazos, extiende tu mente.

Anoche volviste a tener pesadillas por culpa del sueño del caracol, ¿verdad?,
has dicho muchas veces que hablarías de ese sueño, quizás otro día que hayas dormido bien.
Has sido atacada por velas que formaban un corazón, por escapadas a Nunca Jamás en las que el gato Cheesire nunca te esperaba al té mientas te sonreía desde alguna estrella, por cajas de cuadros verdes que abrían la boca para engullirte, textos de libros advirtiendo, canciones remotas que no llegaron a ser ningún éxito.
Has descubierto fotos tuyas en un cajón olvidado, un ancla en la primera playa de tus recuerdos, unas manos siempre más cálidas que las tuyas.

Te has despertado envuelta en sudor.
No has entendido nada, y sin embargo absolutamente todo te decía algo.
No puedes volar sin aterrizar, pero quizás con un breve aleteo consigas el huracán con el viento a favor.


Aurora




No vomito aquí mi alma para que otros se adueñen de ella.