28 de noviembre de 2009



Ella le pidió que la llevara al fin de mundo,
él puso a su nombre todas las olas del mar.
Se miraron un segundo como dos desconocidos.


* * *


Hubo un accidente, se perdieron las postales,
quiso Carnavales y encontró fatalidad.
Porque todos los finales son el mismo repetido
y con tanto ruido no escucharon el final.

27 de noviembre de 2009

No puedo

Te voy a olvidar, porque tú no me quieres.
Y yo no puedo amar un corazón donde no tengo sitio.


Te voy a olvidar, para que no me duelan los sueños rotos.
Lejos, al olvido, donde tus palabras y
ese amor que decías sentir no me alcance ni me duela.

Me voy a ir, al lugar del silencio, al cajón de las cosas insignificantes.
Porque mi calor no te llega, mientras yo me derrito por hacertelo ver.
Mientras el nudo en mi garganta me ahoga los resquicios de esta ilusión.

Porque te da igual, porque no te importa, porque te es (soy) indiferente.

Ahí te quedarás en esa cueva, donde me dejaste fuera.
Esperando tu sonrisa con los brazos abiertos.

Me voy a alejar, porque no tienes valor para despedirme,
porque cada día que pasa algo va muriendo.

No puedo seguir llorando y ver como todo se derrumba,
te busco y estás en otra galaxia, que no se llama "nosotros"

Porque ya no se como retenerte en mi camino,
porque todo lo que pasó fue para ti una estrella fugaz.

Y mi deseo se pierde al desaparecer tu luz.

Porque no puedo luchar sin trinchera,
ni destrozar lo que queda de este alma en ruinas.



Aurora


26 de noviembre de 2009

Es así

¿Quién no ha soñado con deshojar la luna? con andar sobre el mar.
Con atrapar las nubes y acariciar una melodía.

¿Quién no se ha sentido alguna vez monarca del mundo?
capaz, fuerte, valeroso.

Sólo si aprecias el mundo onírico que te ofrezco, podrás entrar en él.

Respiras fuerte, suspiras, inspiras deshaciendo tensiones,
una suave alegría interior te hace cosquillas,
las mismas que los rayos de sol sobre tus hombros.


- Todo está bien, es así y está bien.






Aurora

24 de noviembre de 2009

¿Qué ojos me miran?

¿Vas a pasarte la vida tocando a esa puerta
cuando sabes que la casa lleva tiempo deshabitada?
Sube hasta el tejado, quédate observando desde la terraza,

que tus ojos no tengan murallas.

¿Qué ves?
¿Qué ves cuando me ves? ¿Acaso me miras?
Ver, mirar, observar, contemplar …
De matices está llena la vida, y menos mal.


Tengo un saco cosido lleno de guiños, sólo has de abrir la mano.
¿Porqué elegir? ¿mi cuerpo, mi alma?
Me di cuenta que no era yo, y empecé a ser libre,
no era quien habían inventado …


Ni los labios que besaban, ni las manos que se quedaban vacías,
ni la lengua mordida, ni los ojos teñidos de negro me pertenecían.


Entonces respiré y lo entendí todo y sentí satisfacción
de que no se hubieran percatado, ni lo harían.

Aún era una mujer nueva, por descubrir,
con un envoltorio que creerán haber rasgado mil veces.


Ahora anhelas lo que tuviste entre tus manos, lo que era tuyo …

Me puse a reir consciente de mi nueva fuerza y sentí placer de verle ahí.
Hablando con una mujer que se parecía a mi,

con mis gestos, mi rostro, pero que no era yo.

Había huido de su interior y hablabas con una cáscara!




Aurora

Si tú te vas ...


Si tú te vas y yo también

no quedará nada.

Ni los momentos buenos.


Una vez estuve a punto de atraparlo todo

Una vez estuve a punto de entenderlo todo.


Pero como una señal,

tan pequeña como un gesto

microscópico,

sintomático,

energético,

histérico ...


La nada se quedó.


Y ahora yo me peleo por poderlos recordar

Los momentos buenos ...




___Los Piratas___

20 de noviembre de 2009

No termina



- Hola , ¿qué haces?, ¿me invitas a cenar hoy?


- Estaba en la cama soñando que soñaba. Está bien, pero no te acostumbres.


- Quiero verte antes de irme, quiero decirte un par de cosas.


- Por supuesto, pero parece que me vas a regañar. Suena muy solemne viniendo de ti.


- No, no te voy a regañar, todo lo contrario. Quiero decirte, por si algo sale mal, que ...


- En un mes estarás aquí contandome anécdotas, no temas.


- Espera, escucha ... sólo quería decirte unas cosas, por si no te vuelvo a ver.


- Siempre te hace falta oler un final para volver a los principios, ¿te das cuenta?


- Quizás sí, pero contigo no hubo nunca final. Siento lo mismo de siempre, y eso es para siempre.



Te echo mucho de menos.
Me gustaría perdernos por alguna ciudad gigante, de esas que parecen que te asfixian, pero en buena compañía se convierte en una aventura mágica.

Me gustaría poder explicarte las cosas que me hacen daño, y que me alivies con dos frases.

Me gustaría hoy ser muy egoísta y tenerte aquí, entre mis brazos y calmarme con sólo oirte hablar con esa voz suave que tienes y esa forma tan dulce de decir las cosas cuando estás contenta.

Me gustaría tumbarme en el sofá, con tu cabeza entre mis piernas y disfrutar de mil pelis en blanco y negro, de esas que te hacen soñar ...
Me gustaría que te quedaras hoy y siempre, que me beses la orejita, que me manosees el pelo.
Porque nosotros nacimos del perdón.

Me gustaría perdernos, encontrar lugares.

Porque cuando estás lejos, lo único que quiero es volver a empezar.

Me gustaría que guardaras estas palabras y lo hicieras con esa gran sonrisa.
Que me abras tu enorme corazón.
Que me contagies tu luz.
Discutir contigo, y convencerte para que no te pongas pijama para dormir.
Que me trates como un rey, el que nunca fui, cocinando para mi, mientras te acaricio la cintura.
Y confiar en ti, pequeña, contarte tantas cosas que se me pudren si las guardo dentro.
Y que nadie más nos entienda, ni juntos, ni por separado.



- Ey, por qué lloras? no llores por favor.

- Es que ...
- Shhh, no digas nada, sé que es lo mismo para ti.
Aurora

19 de noviembre de 2009

Respuesta:

Una vida vacía se consigue
cuando la indiferencia se apodera de todo.

SALITRE _ Quique González


Te acariciaba el viento de poniente

te llevó a la arena bañada en salitre

te acariciaba un marinero en tierra

pero ésta vez no era yo.


Te conocí en Conil de la Frontera

nunca es primavera donde tú creciste

sigues teniendo carita de pena

pero no me miras con tus ojos tristes.


Bañada en salitre

flota en la memoria de los días grises

fumo en la ventana

veo tu silueta sobre el arrecife.


Algunas flores crecen en las dunas

sube la marea y se hacen invisibles

algunas duermen a la luz de la luna

persiguiendo sueños imposibles.


Bañada en salitre

flota en la memoria de los días grises

fumo en la ventana

veo tu silueta sobre el arrecife.


Ahora tendré que salir a buscarme

alguien que me arranque de cuajo la pena

de alguna manera tendré que olvidarte...

Tengo que olvidarme de alguna manera.

El impulso de mis alas



Ni siquiera las necesito,
yo vuelo junto a ti.
En tus ojos de almendra tostada,
en tus brazos de guerrero.
Los faros de tus ojos son mi brújula,
tu boca mi estación.
Ven a darle brillo a mi sonrisa,
deja que anide en tu luz.
Ven a despertame
y deja que vuelva a soñarme contigo.
Coje fuerte mi mano, amor, hemos empezado a despegar.




Aurora

8 de noviembre de 2009

Miguel y los hombres que sí aman a las mujeres



Y ahora quiero hablar de Miguel.
Miguel es un señor de 70 y pico años.
Mi familia lo conoce desde hace un par de años, al principio venía al invernadero y muy asiduamente compraba plantas, las más florecidas, las más bonitas.

Eso a mi padre le extrañó, ya que no es muy usual que un señor y de su edad compre flores tan a menudo, hasta que un día le preguntó porque compraba tantas flores, a lo que Miguel respondió:

- Son todas para mi mujer, se las llevo al cementerio.

Miguel amaba a su mujer y nunca, nunca permitía que le faltase una flor fresca y bonita, como ella, en su tumba.

En grandes épocas de venta de plantas, Miguel siempre nos ha echado una mano incondicionalmente y sin interés lucrativo, no quería que le pagasemos, no lo toleraba, por lo que mi padre le compraba un jamón y casi regañándole tenía que obligarle a llevarselo.

- Miguel, llévese el jamón, hombre de dios, que sino no querré que me venga a ayudar más.

Esta mañana ha venido Miguel a vernos, yo estaba cantando y no me había dado cuenta de su presencia hasta que he girado la cabeza y lo he encontrado mirándome y sonriendo.

- Pero Miguel, diga algo, que no me enterado que estaba aquí.

- Ay, niña, pero si te lo digo, ya no te oigo cantar.

Se ha vuelto a llevar varias flores, y cuando se iba a ir me deja en la mesa 3 euros.

- Toma maja, esto para ti, para que vayas al cine.

"Probe" Miguel, si el supiera que hoy en día ya ni se puede ir al cine por ese precio, si supiera que lo más seguro es que me lo gaste en tabaco, no hubiera sacado la mano del bolsillo.

Hoy mando un beso a Miguel y a los hombres como él, que aman a sus mujeres incluso después de muertas.





Aurora

7 de noviembre de 2009

Semillas que cultivar



Anoche me di cuenta de lo exageradamente rica que era, fue tan repentino que la abundancia casi me quita el sueño, claro, un giro de ideas muy radical, de comer migas de mendrugo, a darme cuenta que puedo tener la cosecha más grande de la historia.

Tengo miles y miles de semillas, hay tantas que es imposible contarlas, podría abastecer a medio planeta si consigo que crezcan.

Semillas de besos y caricias que no sembraste ni en mi boca ni en mis manos.

Retiré las podridas, que no eran pocas, y todas aquellas semillas que se tiraban al suelo, las fui recogiendo cuidadosamente.
Al principio estaba furiosa, no estaba el panorama como para desperdiciar semillas de ese tipo y despilfarrarlas con tanta despreocupación, y las pocas que habías intentado sembrar nunca habían dado su fruto porque te olvidabas de regarlas y las dejabas a la sombra.

Pero luego pensé que aunque eras responsable de tus semillas, tampoco eras culpable del todo de no haber nacido con ninguna aptitud como agricultor, pero si eras culpable de no cambiar de oficio y seguir empeñandote en malgastar semillas cuando sabías de sobras que no podías cuidarlas ni esperar siquiera a que brotaran, sabías que debías abastecerte para cuando llegaran las vacas flacas, podrías haberte tomado la molestia en aprender, pero no.

Tú decidiste que serías el primer agricultor que vería nacer frutos donde no había sembrado nada.
Te sentaste en tu trono y empezaste a ordenar : tú crece! dame frutos dulces! aliméntame!
Así lo único que conseguiste fue cubrirte de malas hierbas, ortigas y cardos que dañaban la piel, que escocía en las heridas.

Y montaste en cólera, me culpaste de todas las malas hierbas que te herían, de las inclemencias del tiempo.

No seas tan desagradecido, si te lo dije desde el principio, era muy sencillo! sólo debías sembrar, regar de vez en cuando, procurar que a tus plantitas no les faltara el sol, ni que las piedras impidieran a las raíces crecer.

No me culpes ahora, si a tu estilo no has conseguido que brotase nada.

Sólo soy culpable de mis semillas, de haberlas dejado morir en una tierra que no era fértil.

No de que estén todos los campos verdes, y el tuyo no puede ser más árido.

No de que ahora llege el invierno y tan sólo puedes alimentarte de aire y desaires.




Aurora

La película de mi vida


Parece Ud. un tío que está a punto de hacer una estupidez. ¿A qué está esperando? ¿A que suba el agua? No es fácil, ¿verdad? Creemos que basta con no pensar en nada, en dejarnos llevar. Pero esos trucos nunca funcionan y los puentes no son tranquilos para tirarse. Siempre aparece alguien para tocarte la moral. - Adèle.


– ¿Se ha roto algo? - Adèle.


– Ah! Un montón de cosas. Habría que cambiarlo todo. Pero a lo mejor le compensa salir a buscar un lanzador de cuchillos nuevo. - Gabor.


– ¿Y yo qué haría con un lanzador de cuchillos nuevo? - Adèle.


– Hmm! - Gabor.


– Tiene frío, su mano está temblando. - Adèle.


– Está soñando. ¡Nunca ha temblado! - Gabor.


– Quizás los dos hemos soñado. Estuvo bien. ¿Nos vamos? - Adèle.


– ¿A dónde? - Gabor.


– No importa. En cualquier parte encontrará un par de cuchillos para lanzarme, ¿no? No tenemos elección, cuando no salto yo, salta Ud. No podemos continuar así. - Adèle.


– ¿Continuar cómo? - Gabor.


– Sin estar juntos. - Adèle.





Quizás sea demasiado romántica, quizás no debería ser mi película favorita, quizás no debería creer que estas historias, estos personajes puedan existir ...